¿Por qué somos como somos?

¿Alguna vez te has preguntado por qué hacemos lo que hacemos o por qué reaccionamos de una manera en particular ante ciertas situaciones? Este artículo busca responder estas y otras preguntas relacionadas con nuestra conducta, explorando cómo aprendemos, por qué somos como somos.

11/29/20246 min leer

shallow focus photography of two boys doing wacky faces
shallow focus photography of two boys doing wacky faces

¿Qué forma nuestra "manera de ser"?

Nuestra "manera de ser" incluye cómo actuamos, pensamos y sentimos frente al mundo que nos rodea. Desde el punto de vista de la psicología, nuestras respuestas se dividen en tres niveles:

  1. Respuestas visibles o manifiestas: lo que hacemos, es decir, nuestra conducta motora.

  2. Respuestas no visibles o encubiertas: lo que pensamos (cognición) y lo que sentimos (emociones).


De manera simple, nuestras acciones, pensamientos y emociones están moldeados por nuestra interacción con el entorno. Nuestra historia de vida, aprendizajes y experiencias juegan un papel crucial en cómo nos comportamos en distintos contextos.

Nuestras acciones, pensamientos y emociones están moldeados por nuestra interacción con el entorno. Por eso nuestra historia de vida, aprendizajes y experiencias juegan un papel crucial en cómo nos comportamos en distintos contextos.

El aprendizaje: ¿Cómo adquirimos nuestras conductas?

La manera en que aprendemos es a través de nuestras interacciones con el entorno, tanto de forma directa como indirecta. Este aprendizaje comienza en casa con nuestras familias y amigos, y se amplía en contextos como la escuela, el trabajo o nuestras relaciones de pareja.

Hay tres principales formas de aprendizaje (nos centraremos en las dos más relevantes a nivel teórico para este caso):

1. Aprendizaje asociativo o condicionamiento clásico

Este tipo de aprendizaje implica la asociación de dos estímulos. Por ejemplo, un sonido neutral (como una campana) puede llegar a desencadenar una respuesta (como salivar) al asociarse repetidamente con un estímulo significativo (como la comida). Ivan Pavlov, famoso por sus experimentos con perros, fue quien describió este fenómeno.

  • Estímulo incondicionado (EI): produce una respuesta de manera natural. Ejemplo: oler comida provoca salivación.

  • Estímulo neutral (EN): inicialmente no genera una respuesta. Ejemplo: el sonido de una campana.

  • Estímulo condicionado (EC): el estímulo neutral adquiere las propiedades del incondicionado tras repetidas asociaciones. Ejemplo: salivar al escuchar la campana.

smiling woman smelling bougainvilleas in closeup shot
smiling woman smelling bougainvilleas in closeup shot

1. Aprendizaje por consecuencias o condicionamiento operante

En este caso, nuestras conductas se refuerzan o debilitan según sus consecuencias. Los elementos clave aquí son:

  • La conducta: lo que hacemos.

  • El consecuente: lo que ocurre después de nuestra acción.

  • El antecedente: las señales del entorno que indican si habrá consecuencias.

Por ejemplo, si al decir algo gracioso en una cena tu hermano se ríe, es probable que repitas esa conducta. Pero si recibes una regañina o te quitan el móvil, es menos probable que lo vuelvas a hacer.

person holding white and blue plastic blocks
person holding white and blue plastic blocks

Tipos de consecuencias:

  • Refuerzo: fortalece la conducta.

    • Positivo: se añade algo (ejemplo: una recompensa).

    • Negativo: se retira algo (ejemplo: evitar un castigo).

  • Castigo: debilita la conducta.

    • Positivo: se administra algo (ejemplo: una regañina).

    • Negativo: se elimina algo (ejemplo: perder el acceso al móvil).

  • Extinción: Ocurre cuando se rompe la relación entre la conducta y el consecuente. Por ejemplo, si nadie reacciona cuando haces algo gracioso, es probable que dejes de hacerlo.

Programas de reforzamiento: ¿Cómo asegurar el cambio?

Cuando queremos modificar una conducta, el reforzamiento puede jugar un papel importante. Pero no todos los refuerzos funcionan igual. Hay dos tipos principales de programas de reforzamiento:

1. Reforzamiento continuo

Se refuerza cada respuesta. Aunque efectivo a corto plazo, puede provocar que la conducta desaparezca rápidamente si se retira el refuerzo.

2. Reforzamiento intermitente

Se refuerza solo ocasionalmente. Esto hace que la conducta sea más resistente a desaparecer. Hay dos subtipos:

  • De razón: basado en la cantidad de respuestas.

    • Fija: se refuerza tras un número constante de respuestas.

    • Variable: el refuerzo llega tras un número aleatorio de respuestas.

  • De intervalo: basado en el tiempo.

    • Fijo: se refuerza tras un tiempo constante.

    • Variable: el tiempo entre refuerzos varía.

body of water under clear blue sky
body of water under clear blue sky

Ejemplos de cómo se puede presentar diferentes situaciones de condicionamiento operante en una relación actual:

Estos ejemplos demuestran cómo nuestras conductas cotidianas, como enviar mensajes, pueden moldearse a través de refuerzos, ya sea continuos o intermitentes, y cómo estas dinámicas influyen en nuestras expectativas y acciones. El uso efectivo del refuerzo implica decidir cuándo y con qué frecuencia administrar las consecuencias.

Los programas de reforzamiento son estrategias (deliberadas o no deliberadas para el que lo administra) para fortalecer las conductas:

1. Reforzamiento continuo

Cada vez que escribes un mensaje a una persona, recibes una respuesta, como un "saludo o un gracias", una respuesta rápida o una reacción amable. Esto es útil para fomentar que sigas escribiendo, ya que la conducta siempre se refuerza. Sin embargo, si dejas de recibir respuestas, es probable que la frecuencia de tus mensajes disminuya rápidamente (extinción).

a green and white button with a phone on it
a green and white button with a phone on it

2. Reforzamiento intermitente

El refuerzo no ocurre cada vez que envías un mensaje, sino solo en algunas ocasiones. Esto genera conductas más resistentes a la extinción porque no sabes exactamente cuándo recibirás una respuesta.

Programas de razón: el refuerzo depende del número de mensajes enviados.

  • Razón fija: recibes una respuesta positiva después de enviar un número específico de mensajes. Por ejemplo, una persona te responde al tercer mensaje que le envías, pero no antes. Esto puede hacer que sigas escribiendo hasta alcanzar ese "umbral" esperado.

  • Razón variable: el número de mensajes necesarios para recibir una respuesta varía de manera impredecible. Por ejemplo, a veces la persona responde después del primer mensaje, otras veces tras el cuarto o quinto mensaje. Este tipo de programa suele ser muy eficaz para mantener la conducta, ya que genera expectativas difíciles de abandonar (similar al efecto de los juegos de azar).

selective focus photography of LED lights
selective focus photography of LED lights

Programas de intervalo: el refuerzo depende del tiempo transcurrido.

  • Intervalo fijo: recibes una respuesta solo si ha pasado un cierto período desde el último mensaje enviado. Por ejemplo, la persona siempre te responde después de un día, sin importar cuántos mensajes hayas enviado en ese tiempo. Esto crea un patrón predecible y puede influir en cuándo decides escribir.

  • Intervalo variable: el tiempo entre tus mensajes y las respuestas varía de manera impredecible. A veces, la persona te responde en minutos, otras veces en horas o días. Este tipo de programa es de los que genera conductas muy resistentes a la extinción porque nunca sabes cuándo recibirás una respuesta.

pocket watch at 3:55
pocket watch at 3:55

Factores que afectan la eficacia del refuerzo

Dos variables clave determinan la eficacia de recibir una respuesta como refuerzo:

  1. Privación: si llevas mucho tiempo sin recibir una respuesta de esa persona, cualquier contestación adquiere un valor muy alto, y es más probable que vuelvas a enviarle mensajes.

  2. Saciación: si la persona responde constantemente y con mucha frecuencia, es posible que te habitúes o que su respuesta pierda impacto, haciendo menos probable que continúes escribiendo con el mismo entusiasmo.

Habituación y sensibilización: La repetición también cuenta.

Cuando un estímulo se repite constantemente, puede generar dos efectos:

  1. Habituación: la respuesta se reduce o desaparece con el tiempo. Ejemplo: acostumbrarse a un ruido constante.

  2. Sensibilización: la respuesta aumenta con la repetición. Ejemplo: volverse más sensible a un sonido irritante.


Ambos procesos son parte de nuestra adaptación al entorno y nos ayudan a ajustar nuestras respuestas para sobrevivir.

people sitting in front of table talking and eating
people sitting in front of table talking and eating
person's hand on black audio mixer
person's hand on black audio mixer